Karima Saïdi
Bélgica /Francia/Marruecos/Qatar, 2020
Documental, Color, 90’
Francés y árabe, subtitulado en español.
Sinopsis: Tras años de separación, la cineasta se reencuentra con su madre, Aïcha, enferma
de Alzheimer. De Bruselas a Tánger, entre el pudor y la confesión, toman forma los dolores,
las rupturas, los duelos y las alegrías: todo lo que ha marcado la odisea de una familia
marcada por el exilio.
FESTIVALES y PREMIOS: Estreno en IDFA – IDFF Ámsterdam 2020; Sección official en
Festival dei Popoli 2020; Sección official en FESPACO 2021; MajorDocs Creative
Documentary Film Festival Mallorca 2021.
COMENTARIOS DE LA DIRECTORA
Aisha, mi madre, enfermó en una época en la que la veía poco. Cuando se confirmó el
diagnóstico de Alzheimer, me di cuenta muy pronto de que tendría que cuidar de ella. Este
fue el punto de partida de un nuevo encuentro. Me encontré proyectada en un papel que
no había querido asumir desde que me fui de casa, al menos no como lo ven las familias
mediterráneas: iba a tener que cuidar de ella. Así que empecé a pasar mucho más tiempo
con ella. Literalmente, llegué a conocerla y empecé a protegerla. Y nos encontramos en
papeles invertidos. Yo, la hija, me convertí en la madre simbólica. Esta experiencia me
sacudió. De repente me enfrenté a su fragilidad. (...) Por aquel entonces, leí el libro de Annie
Ernaux, "Je ne suis pas sortie de ma nuit", un diario sobre su madre, que también padece
Alzheimer. Esta lectura fue decisiva para mí. Yo también empecé a llevar un diario. Y durante
un año, observé lo que sucedía. Y entonces la decisión de hacer una película se hizo
evidente; me di cuenta de que sólo yo podía hacer esta película. Así que empecé a grabar
su voz, nuestras conversaciones y a hacer fotos.
Cuando empecé a hacer este documental, tuve una experiencia completamente nueva para
mí, que había trabajado como editora, forzándome a enfrenarme a muchas preguntas
simples pero fundamentales. Pero también, ¿cómo se filma a la madre? ¿Cómo se filma a
una madre enferma? ¿Una madre que envejece? Me enfrento a todas estas cuestiones
mientras mi educación está determinada por una sacralidad de la madre que no se tiene
derecho a bajar de su pedestal, y menos cuando está enferma. (...) Mi película es una
película sobre la historia de mi familia. Pero, inevitablemente, es también una película sobre
la inmigración marroquí, sobre la experiencia del exilio, sobre la vida de una mujer que va
a vivir sin un hombre y que, por tanto, será una mujer expuesta en su cultura de origen.